Por: Manuel Bernal Saucedo

   Apatzingán, Michoacán.,  sábado  12 de Noviembre de 2016.— En estos momentos es una tristeza ver los precios que tiene el plátano como es el caso del que es del rumbo de Antúnez, en donde se produce en tierra de barro, se le está pagando a treinta centavos el kilo al productor y el que es de playa, de ecosistema, se está pagando a peso y hasta a uno veinte, lo que es una incongruencia ver la diferencia de un precio y otro, aunque cualquiera de los dos precios son para perderle porque no se sacan los costos de producción y lamentablemente los que comercializan el producto en las tiendas, en las calles no bajan los precios de seis, siete pesos y hasta más caro cuando su costo de inversión es de un peso cincuenta centavos, por muy caro, quedándoles un mínimo de 4.50 por kilo y si venden diez toneladas ya están ganando de menos 45 mil pesos.

   Tal apreciación fue hecha por el ingeniero Samuel Valle Pantoja, quien es comisionista de venta de plátanos de esta zona al ser entrevistado sobre el particular, indicando de la misma manera que esa estimación de ganancias es en una semana, lo que significa una “buena lana” de utilidad, lo malo es que el productor no recibe lo que debe de recibir para seguir manteniendo sus cultivos, estimando además que se tiene una producción promedio de 400 toneladas diarias, de las que mal se acomodan unas cien y lo demás se está echando a perder porque no hay quien compre, no hay demanda, la fruta se madura y se pierde.

   Samuel Valle dijo que de hecho se está mandando plátano a mercado externo, pero muy poco porque lamentablemente en el estado de Tabasco hace poco se cotizaba a ochenta centavos, en Zihuatlán, Colima está a peso puesto arriba, aquí la mano de obra es mucho muy cara y allá la mano de obra es por mitad, aparte de que la calidad es menos que la de ellos y no podemos competir muy bien, porque el plátano es de tipo de tierra de playa, topures, que son sus condiciones óptimas y en barro, el que es de mejor calidad en cuanto a textura, consistencia y sabor es más recortado, por lo que se necesita meterle mucha agua, mucho fertilizante para que de una medida más o menos aceptable y mucho productor no tiene para hacer ese gasto y otras inversiones que se requieren. Yo tenía treinta hectáreas de plátano y me fue como en feria, por lo que tuve que venderlas y dedícame ahora como comisionista o intermediario.