Morelia, Michoacan, a 22 de abril de 2017.- La mejor forma de conmemorar el Día Mundial de la Tierra es velar por las mejores condiciones de nuestras reservas naturales, así lo refirió el titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático (SEMARNACC), quién junto con el director de Medio Ambiente y Sustentabilidad del  Ayuntamiento de Morelia, Marco Tulio Campos Vargas, encabezaron la faena para recoger basura dispersa y dejar en condiciones transitables los caminos que la ciudadanía usa para practicar senderismo.

La Loma de Santa María es una de las cinco reservas naturales protegidas que tiene la capital michoacana, se considera que es de las más impactadas por algunos ciudadanos que, al acudir a paseos o caminatas, de manera inconsciente arrojan la basura en cualquier sitio.

Durante esta acción de limpieza se acumuló una tonelada de basura, principalmente cartón, PET y botellas de cristal, todo tirado a diestra y siniestra sobre los principales caminos y espacios boscosos.

“Es necesario que sumemos esfuerzos para poder preservar los recursos naturales, sí hay na gran responsabilidad en las instituciones de gobierno para coordinar tareas y aplicar inversiones, pero también se necesita de la conciencia ciudadana, si las personas siguen contaminado, no hay recursos que necesarios para limpiar el agua contaminada, retirar la basura de las áreas verdes, o brindar atención en los centros de salud por infecciones diversas relacionadas con la contaminación”, llamó el titular de la SEMARNACC.

La Loma de Santa María se encuentra enclavada en la cuenca del Río Chiquito, se localiza dentro de la región central del Cinturón Volcánico Mexicano y está constituida por una serie de montañas y lomas formadas durante el periodo del Mioceno, hace más de 5 millones de años.

Debido a la condición tectónica de su origen, la Loma de Santa María, proviene de un fallo geológico  intenso, en el cual hubo una ruptura de capas generándose un fuerte desnivel en el valle y la parte superior de la Loma. En algunos tramos se pueden observar pendientes de cortes con estos eventos.

El clima del área se identifica como templado seco, con lluvias en verano y una precipitación de 740 a 775 milímetros (mm) anuales, con siete meses secos, la mayor precipitación es de casi 160 mm en agosto, la menor de 7 mm en febrero.

Pese a que es una zona semiurbana, aún se encuentran allí especies en estatus de conservación bajo la norma NOM-SEMARNAT-059-2010, en flora se encuentran plantas como Tilia mexicana (Sirimo), que se encuentra en peligro de extinción; Erythrina coralloides (Colorín), se encuentra amenazada. La Rana Montezumae, que es considerada una especie de protección especial.  En el grupo de las aves hay al menos tres tipos de species, una de ellas con clasificación de amenazado.