CIUDAD DE MÉXICO, VIERNES 13 DE OCTUBRE 2017:-:  Es muy importante la aprobación de esta ley para las víctimas de desaparición forzada y desaparición cometida por particulares, para este Congreso y para este país, en ese orden de importancia, pues se está emitiendo una legislación que desde hace más de cincuenta años ha venido haciendo falta en nuestra normatividad nacional: una ley para buscar e investigar sobre el paradero de personas que sus familiares, amigos, personas cercanas y conocidas no saben dónde están. Durante la época de los años 60, 70 y 80 se inició en nuestro país la práctica de privar de su libertad a las personas disidentes sociales y políticos del régimen de partido único.  Desde entonces, las madres agrupadas en el entonces Comité de Familiares de Desaparecidos, ahora Eureka y la Asociación de Familiares de Personas Desaparecidas (Afadem) empezaron a buscar a sus seres queridos.

Hace una década el fenómeno de la desaparición, se incrementó al mismo tiempo que la violencia se fue volviendo epidémica y a partir de mayo de 2011, miles de víctimas rompieron el silencio al que los obligó las amenazas de autoridades y criminales cuando iban a denunciar, la negligencia e indiferencia de los poderes, también el legislativo, que a pesar de que la exigencia de una ley de desaparición tiene al menos 14 años desde que se presentaron las primeras iniciativas fue omiso, y demandaron que sus vivencias como víctimas del delito y víctimas de violaciones a derechos humanos tuvieran una respuesta y se institucionalizara estructuralmente la exigencia de buscar y encontrar a sus seres queridos desaparecidos como primera acción y, también a investigar y sancionar el delito.

Con esta Ley se crea un Sistema Nacional de Búsqueda, una Comisión Nacional de Búsqueda y 32 Comisiones Locales de Búsqueda de personas desaparecidas, estructuras que incorporan la participación de familiares y organizaciones de la sociedad civil, para dar con el paradero de nuestros seres queridos. A su vez, la Ley reconoce y sanciona los delitos de desaparición forzada y desaparición cometida por particulares; promueve investigaciones exhaustivas -mediante la creación de Fiscalías Especializadas-; y establece mejores condiciones para acercarnos a la verdad, la justicia, el castigo a los culpables, y para romper los patrones crónicos de impunidad que envuelven a esta práctica atroz. La Ley también fortalece el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, lo cual contribuirá a dimensionar la crisis de desapariciones en el país y responder a la verdadera magnitud de esta dolorosa problemática.