Por: Manuel Bernal Saucedo

   Apatzingán, Michoacán., lunes  24 de octubre de 2016.— El proyecto de la instalación de Centros Regionales de Acopio de Leche por parte de la empresa LICONSA es algo sumamente positivo, pues le daría salida a los excedentes de leche y no nada más eso, sino que propiciaría de la ganadería lechera que ahorita se encuentra limitada por el propio consumo que hay en el mercado local, del que se estima que en la temporada alta llega a alcanzar en el caso de Apatzingán, de cuatro mil litros diarios, pero incluyendo a Buenavista y Tepalcatepec se considera que son entre 25 mil a treinta mil litros por día, pero no se trata de que solo durante la temporada de lluvias, sino que se reciba todo el año, por lo que se pretende que el ganadero se vea motivado a hacer crecer sus hatos y a mejorar la calidad genética y por supuesto mejorar la calidad de la leche al ya no estar limitado solo al mercado local que ha sido lo tradicional durante todo el tiempo.

   El ingeniero Leonardo González Tafolla, principal promotor para la venta de los excedentes de leche a LICONSA, destacó lo anterior al ser entrevistado al respecto, indicando asimismo que en el caso concreto de Apatzingán los ganaderos han seguido adelante con el proyecto y también han estado viendo alternativas diferentes a las de LICONSA: una de esas alternativas que se está concretando fue la formación de una sociedad cooperativa denominada Cooperativa Ganadera de Apatzingán integrada por los primeros ocho ganaderos, quienes se han fijado como meta incrementar la calidad de la leche que producen para poder acceder a mercados diferentes a LICONSA y de ser posible de mayor precio fuera de la región de Apatzingán, para lo cual se ha adoptado el programa de inocuidad que propicia la Secretaría de Agricultura para alcanzar la Certificación de Inocuidad, que es un primer requisito y en una segunda acción todos pretendemos certificarnos como Productores Orgánicos.

   En una reunión se hizo el planteamiento del proyecto de crear un Consejo Estatal de Productos Orgánicos auspiciado por una organización internacional pero con sede en México que se llama Slow Fud y se está viendo que sea a nivel municipal, para lo cual acudieron ocho o nueve representantes de las Direcciones Municipales de Desarrollo Rural Sustentable de esta región, habiendo tomado la decisión de adoptar un proceso de certificación orgánica, considerando que de esta manera se podrá incrementar el precio de la leche, pues no vale lo mismo un litro de leche tradicional a un litro de leche que esté con esas dos certificaciones de inocuidad y producto orgánico, pues en el mercado general los productos que tienen esas dos certificaciones tienen un valor superior de hasta el cincuenta por ciento más que los productos tradicionales y ello obviamente que nos conlleva a la producción de lácteos que también cuenten con esas dos certificaciones para poder tener acceso a mercados de niveles socioeconómicos más altos, tanto dentro como fuera de esta región.