Ario de Rosales, Michoacán., 7 de marzo de 2016.—-El más alto anhelo de los hombres es la justicia que derive en progreso y en equidad para la vida en comunidad.

Esta mañana celebramos con respeto y orgullo el 201 aniversario de la instalación del Supremo Tribunal de Justicia de la América Mexicana. Ario de Rosales es la cuna de la justicia mexicana. Este municipio michoacano fue testigo de la lucha por alcanzar nuestra independencia y la primera expresión de justicia de nuestra naciente República; las leyes tomaron el lugar de las armas para solucionar los conflictos.

En la búsqueda de la justicia y la libertad para nuestro pueblo, hemos transitado en un camino sinuoso que guiado por grandes héroes y líderes que dieron libertad e independencia y encauzaron los sentimientos del movimiento para convertirlos en instituciones. Los ideales que inspiraron a Don José María Morelos y Pavón, Andrés Quintana Roo y a Rayón, tenían una razón profunda: la construcción de una Nación con instituciones que encauzaran la realidad social y cultural de la época. Era necesario un diseño institucional en el cual se integraran los ideales liberales de la insurgencia; las tradiciones y creencias arraigadas con una gran visión encabezada por José María Morelos y Pavón para erigir un proyecto de Nación como lo demandaba el momento y las circunstancias.

De esa forma da inicio nuestra historia institucional a través de la promulgación de la Constitución de Apatzingán en 1814, con la instalación del Supremo Congreso Mexicano de Apatzingán seguido por el Supremo Gobierno integrado por tres notables: José María Morelos, Liceaga y Coss en Zitácuaro. Así hasta llegar al Primer Supremo Tribunal de Justicia de Ario de Rosales, que fue nuestra primera institución legítima integrada por Morelos, Sánchez Arreola, José María Ponce de León, Antonio de Castro y Mariano Tercero.

Aquí, en Ario de Rosales, con la instalación del Supremo Tribunal en 1815 cumpliendo con los postulados de José María Morelos, exaltados en los Sentimientos de la Nación publicados en 1813 y los propios Decretos Constitucionales para la Libertad de la América Mexicana de Apatzingán en 1814.

De la división de Poderes como garantía constitucional en contra del autoritarismo quedó pues cimentado así el primer Gobierno autónomo de México con los tres Poderes del Estado.

Han trascurrido ya 201 años queridas amigas y amigos, vemos la diferencia de aquella época. Hoy vivimos y tenemos instituciones y hoy la lucha es por alcanzar más y mejor justicia para todas y para todos. Hoy el reto máximo que tenemos como Estado, es ser garante de una repartición de justicia con respeto pleno a los derechos humanos y el fortalecimiento de las instituciones que nos permita alcanzar justicia plena y superar el reto de la exclusión y la desigualdad.

Por ello, en mi carácter como Gobernador del Estado de Michoacán,  estado cuna de grandes  héroes, reconozco que consolidar la legalidad y el Estado de Derecho, es una prioridad para que se pueda materializar el imperativo de la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal Adversarial Acusatorio.

En ese tenor, estamos respondiendo en nuestro tiempo a los ideales que dieron vida a este recinto que hoy en sin duda es un templo de la cultura jurídica. Con la implementación de un Nuevo Sistema de Justicia Penal que vele por el bienestar de la víctima sin desdeñar los derechos humanos del implicado.

Hemos avanzado de manera muy significativa en este rubro. Hoy un 85 por ciento, corrijo, llevamos un 85 por ciento de implementación del Nuevo Sistema; sólo nos faltan las regiones de Lázaro Cárdenas y Apatzingán, que está previsto darles vigencia a partir del 9 de mayo próximo, para que el Nuevo Sistema de Justicia Penal sea una realidad en todo Michoacán.

Solamente la justicia permitirá forjar a un Michoacán en el que la paz, la equidad, los derechos humanos y el progreso sean una garantía para todas y para todos.

Reconozco la labor de las y los juzgadores para cumplir con el anhelo superior de que todas y todos seamos iguales ante la ley, y también reconozco el trabajo de todos los servidores públicos del Poder Judicial, por lograr que nuestra justicia se conduzca con responsabilidad y apego pleno de los derechos humanos.

Como titular del Poder Ejecutivo, he direccionado el trabajo al fortalecimiento institucional y en este acto, en este importante evento que hoy nos reúne, hago pública, nuevamente reitero, toda mi disposición y compromiso con el Poder Judicial del Estado para seguir trabajando de manera coordinada, de manera cercana para que juntos podamos alcanzar el anhelo superior de que Michoacán tenga una justicia pronta y expedita, y que el Poder Judicial pueda cumplir con este anhelo de nuestra sociedad.

Porque tener la garantía de una correcta impartición de justicia, nos permitirá vislumbrar un mejor futuro en el cual Michoacán recupere la paz plena, la seguridad y el progreso.

Amigas y amigos, hoy a 201 años debemos de recuperar nuestro absoluto histórico de justicia social y libertad. La historia que es nuestro origen y sin ella no entenderíamos el presente; sin ella no sabríamos cómo construir un futuro, es en ese sentido que hoy con este acto y con esta ceremonia, seguimos retomando los ideales por los que dio la vida Don José María Morelos y Pavón.

Así, en el marco de esta ceremonia invito a que los tres Poderes del Estado, como lo hemos venido haciendo en los últimos meses, hagamos todo lo que esté a nuestro alcance, para alcanzar el Michoacán que queremos, el Michoacán que soñamos y el Michoacán que merecemos; que sólo lo alcanzaremos caminando juntos, coordinados y uniendo nuestros propósitos.

Así como hace unas semanas suscribimos un Manifiesto al Pueblo Michoacano y entendiendo que de manera aislada no avanzaremos lo que necesitamos, pronto los estaremos convocando para juntos construir un pacto que nos permita edificar una mejor etapa para nuestra casa común que es nuestro querido Michoacán. Solamente de esta manera será posible sacar del discurso a la justicia social y concretarla en acciones que acaben con la desigualdad y la exclusión.

 

Juntos estamos haciendo y vamos a hacer de Michoacán un estado de tranquilidad y progreso constante, donde todos tengamos acceso a la justicia, donde todos gocemos de las mismas oportunidades.

 

Es momento pues de demostrar que la mejor política es el trabajo y que las michoacanas y los michoacanos tenemos la determinación de construir un Michoacán de paz y bienestar para las presentes y las futuras generaciones.

 

Enhorabuena, muchas gracias por escucharme.